A quién no le gusta darse un gusto en la vida? Con Netflix como excusa y la curiosidad como motor, -previa reserva con mucho tiempo de anticipación- fuimos a conocer y degustar el menú de uno de los mejores restaurantes del mundo ubicado en Girona, España.
Cuando uno viaja, hacer una excursión, asistir a conciertos, muestras o a algún espectáculo deportivo es un «extra» que uno lo hace con placer. En el viaje que realizamos en julio pasado a Europa teníamos ganas de hacer alguna experiencia de Airbnb, pero un programa en Netlix nos cambió el rumbo hacia uno de los mejores 50 restaurantes del mundo según la Revista Restaurant: El Celler de Can Roca.
Luego de ver un capítulo de Chef´s Table donde Jordi – el menor de los hermanos y pastelero- era el protagonista, le dije a mi marido… «Y si vamos?» y me dijo -«No vas a conseguir»- fue la respuesta.
Me metí en la página, elegí un día cualquiera al mediodía a las 13,30 hs y cuando intento me dice que no tienen lugar. Me decepciono pero sale un cartel para anotarme en una «lista de espera» y lo hago ya que se contactarían por mail en caso que alguna reserva se cayera… A los 10 minutos recibo un mail diciéndome que para ese día tenían para las 13,45!!! si quería el turno… Obvio que si!!.
EL RESTAURANTE
En su elegante y espacioso restaurante de Girona, fundado en 1986, tres rocas en la mesa representan a cada uno de los hermanos: Joan, el chef, Josep, el sommelier, y Jordi, el pastelero comandan el que hoy es el 2do. mejor restaurante del mundo con 3 estrellas Michelin.
Arriba vive Joan, el hermano cocinero que tiene una entrada directa a la cocina.
Los precios son muy caros(*) pero no solo nos animamos a ir sino que también llevamos a nuestro hijo de 13 años (que es/era bastante complicado para comer) y fue toda una preparación y una jugada que salió mejor de lo que pensábamos.
Es para ir con chicos más chicos? No, definitivamente. No es un restaurante con carta para elegir sino que su carta consta de dos alternativas: Menú Degustación (un poco más tradicional) y Menú Festival (un poco más osado) que debe ser elegido por toda la mesa y los maridajes son aparte.
Nosotros elegimos el Menú Festival y como mi marido había estado enfermo y fui yo manejando hasta Girona (100 km de Barcelona) no quería abusar con el vino, pero de ninguna manera me quería perder la posibilidad de tomar algunas copas elegidas por Josep Roca, el hermano Somelier.
LOS APERITIVOS
El show comienza cuando traen unos globos terráqueos (uno para cada uno) donde se representan los Sabores del Mundo, literalmente «Comerse el Mundo» en pequeños bocados o canapés representado a través de los siguientes países:
Turquía: guisado de cordero, yogurt, pepino y cebollino con menta.
Perú: Un típico de la cocina peruana, la causa limeña
Corea: pan frito con panko y panceta con salsa de soja, Kimchi y aceite de sésamo que a mi me pareció espectacular (y escaso), aunque era solo el principio.
Luego proponen un juego donde hay que adivinar entre las tapas de Japón y Tailandia y ubicarlas en el lugar correcto para tener una sorpresa adicional.
Las tapas restantes eran salsa thai, pollo, cilantro, coco, curry rojo y lima para Tailandia y Japón con crema de Miso con nyinyonyaki
Disculpen si spoileo el final, pero si adivinan dónde se ubica cada una de las dos tapas el mundo se abre y adentro hay una gota de agua de mar con caviar en su interior que en la boca es un viaje a las profundidades del océano mismo.
El segundo aperitivo es una creación inspirada en recuerdos de la infancia denominado “Memorias de un bar en las afueras de Girona”.
Es una escena donde aparecen los hermanos Roca de jóvenes. Joan en la cocina, Josep en la barra y Jordi en las nubes porque de niño.
Aquí sirven pequeñas tapas de lo que comían ellos de chicos pero modernizadas.
- Una esfera de Vermouth y jugo de naranja para comenzar (que fue lo que más le gustó a mi hijo¿?) Literlmente otra explosión en la boca.
- Brandada de bacalao,
- Parfait de pichón en un bombón
- Sandwich de Riñones al Jerez
- Canelón de pularda al estilo de Montserrat, la madre de los hermanos Roca.
El tercer aperitivo denominado Secuencia de Mar compuesto de una tabla con Estrellas de mar formadas de una crema de marisco, hecho a base de cabezas de gambas, con polvo de gamba, algas y sésamo por encima con base de tortita de maíz que le daba crocantez y un Coral de Plata donde había Navaja al pesto con parmesano por encima y hojita de albahaca y Mejillón en escabeche con aire de Albariño.
El cuarto aperitivo denominado Tributo al Mediterráneo consistía en un bonsai de un olivo con dos olivas: Una verde y una negra colgados de un ganchito de plata con el logo del restaurante en un juego de temperaturas. La fría era un helado de oliva verde con anchoa de L´Escala y la caliente era un tempura de aceituna negra crocante y esponjosa por dentro pero con gusto a aceituna negra. Impresionantes ambos.
El quinto y último aperitivo dedicado a la tierra era un Brioche de Boletus Edulis con la trufa como protagonista que en su interior tenía una mayonesa caliente de trufa y por encima una lámina de trufa que a mi juicio me pareció una exquisitez. (no así a mi marido).
Terminados los aperitivos -que yo acompañé con una Garnatxa que me emocionó hasta las lágrimas porque me hizo acordar a mi viejo y en lo que hubiera disfrutado estar ahí aunque lo seguía por whatssap-, pasamos a los platos propiamente dichos.
Antes de comenzar con la comida trajeron una canasta con los panes más increíbles que se puedan imaginar. Desde pan blanco, focaccia, pan de albaricoque, pan al vino tinto, brioche de tomate, mil hojas de tomate o de oliva negra… increíbles.
Debo decir que solo los probé de curiosidad porque era imposible comerlos, no había momento, comida… en fin.
LA COMIDA
El menú propiamente dicho comienza con una Ensalada roja compuesta de una vinagreta de cebolla morada, cereza, sandía caramelizada, apio y cilantro.
Luego la tierra con un plato denominado Tiempo de Calabacín compuesto de la flor, el tronco y su salsa.
A continuación Dorada con leche de arroz y sake con tofu, almendra tierna y lichi encurtido y una gelatina por encima.
Luego Cigala con Artemisa, aceite de vainilla y mantequilla tostada
Aquí tuvimos un momento «de terror» para el niño la vainilla fue demasiado fuerte y lo descompuso, tuvo que ir al baño donde se lavó los dientes, tomó agua y retomamos… Realmente el sabor era tan intenso que invadía la boca.
Seguimos con una Gamba marinada en vinagre de arroz (jugo de la cabeza, patas crujientes y velouté de algas)
Para finalizar con un encuentro de mar y tierra en una Sepia a la britesca con salsa de rostido de conejo.
Todo este segmento fue acompañado por un vino blanco que lamentablemente no pude retener ni fotografiar el nombre… (mala mía)
Siguiendo con pescados continuamos con una Merluza semicurada, jugo de las espinas, pesto de espárragos y rúcula, piparras a la parrilla y aire de aceite de rúcula
Luego nos trajeron para mostrarnos el pescado que nos iban a cocinar en el plato denominado Pescado del mercado a vapor relleno de algas y anémonas con un suquet ligero.
Siguió una Anguila chapada del Delta del Ebro con espuma de ajo y pimentón que era anguila a la brasa, sofrito de patata seca y aceite de azafrán.
Cuando llegamos a las carnes cambiamos de vino por uno de Rioja
Y abrimos paso a una Blanqueta de cochinillo con col fermentada y «pilota.
Magret de pato curado y ahumado a la naranja
Y para finalizar Civet de pichón con su parfait
A esta altura se imaginarán ya estábamos hasta la coronilla, todo los platos deliciosos en bocados pequeños pero que permitían remitirse a la esencia misma de lo que describían.
Para hacer un paréntesis antes de los postres les muestro algunas imágenes del lugar
LOS POSTRES
El primer postre denominado Cromatismo verde 2018 consistía en un licuado de pepino, crema de cardamomo, granizado de melón, manzana, grosella, hinojo, eucalipto y Chartreuse
El segundo postre era el típico catalán Mel i Mató (miel y requesón) en un dulce de miel, jalea de albaricoque, helado de mató, crema de mató y caramelo de miel absolutamente delicioso.
El último postre se denominaba Del cacao al chocolate y era un degragado de pulpa de cacao, lichi, vinagre y vino de manzanilla, leche de almendra, pasas, PX y chocolate, brownie de chocolate, sorbete de chocolate, crujiente de chocolate e infusión de grue de cacao. IN-CRE-Í-BLE!
Acompañados por un vino blanco del Rhin.
Estábamos promediando las cuatro horas y cuando pensábamos que ya habíamos terminado vinieron los Petit Fours en un carro con el café servidos botellas de vidrio convertidas en plato. Realmente una delicia.
ALGUNOS COMENTARIOS
La «experiencia» nosotros la hicimos al mediodía porque parando en Badalona estábamos a 100 km de Girona y ya nos costó volver con «la panza llena».
Duración: 4- 5 hs
En los baños hay cepillos de dientes por si uno en el cambio de plato quiere hacerse una «lavadita», toallas para refrescarse, etc.
También hay una biblioteca con los diferentes libros editados por el trío de hermanos
Y un patio interior donde puede tomarse el café, un licor y degustar un habano
No es algo que uno vaya a hacer siempre, pero valió la pena pero sobrevivimos para contarlo!
(*) El comentario de los precios es visto desde el punto de vista de la diferencia de tipo de cambio para nuestro país respecto de Europa. En términos generales es lo que se paga por un menú así
Web: https://cellercanroca.com
Dirección:Carrer de Can Sunyer, 48, 17007 Girona, España
Teléfono: +34 972 22 21 57
Dinha, con solo mirar los panes ya me dinoor satisfecho. Ahora te pregunto: como es la atención? Te explican cada plato cuando te lo sirven? Hermosa tu narración.
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Si. La atención es muy cordial. Uno a veces va con prejuicios pero te explican cada plato. Yo pregunté varias veces y además te explican cómo comerlo en algunos casos. Gracias por el comentario
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Una gran experiencia sin duda! Si bien había seguido la experiencia por twiter leerla nuevamente es un placer. La comida no se si es para cualquiera, somos muy básicos para comer en casa, pero ver esa vajilla me enamoré, cada plato, cubierto, las presentaciones, sin dudas es para darse un gusto una vez.
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Tal como decís. Toda una experiencia. Imagínate hacerla con un chico de 13 años… es relajarse y entregarse. Gracias Vivi!
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Qué espectacular, vale la pena pagar una pequeña fortuna por una experiencia así.
Ahora, la Montserrat no se esmeró mucho con los nombres de sus hijos catalanes, eh!
Saludos!
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No podía la pobre cocinar y mascar chicle🤣🤣. Y lo de pequeña fortuna es según como se mire. Hoy veía que un ticket de un partido de la Champion de Liverpool creo que con el Milan costaba 220€ y encima no te dan de comer!!!🤦♀️. Gracias por el comentario!
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Delicioso ! Post Dinha ..
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Gracias Gastón!!
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Espectacular!!! Recuerdo que te seguía por TW ese día. Amé el olivo. Dinero muy bien invertido!!!!
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Gracias Mariana! y (bien comido)
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